domingo, 21 de marzo de 2010

El TC salvó el TLC con Chile

El TC salvó el TLC con Chile


Alejandro Tudela Chopitea
El tonel de diógenes

EL EXPRESO
El titular no es un juego de palabras, ni exageración. El Tribunal Constitucional (TC), en su extensa sentencia, al resolver la demanda de inconstitucionalidad presentada contra el ALC Perú-Chile (vulgo, TLC), ha recurrido a su facultad interpretativa para validar el cuestionado Tratado, y así concluir que “no se ha demostrado indubitablemente… que se haya afectado de manera clara o evidente la Constitución”.

En pocas palabras, el TC, apelando a sus atribuciones, ha preferido apoyar jurídicamente la presunción de constitucionalidad que inviste al TLC, y le ha dado una lección al Congreso de la República que, en su oportunidad, abdicó del control parlamentario que debió efectuar sobre el tratado de marras.

Si uno lee objetivamente el fallo del Areopagita constitucional, declarando, por unanimidad, infundada la demanda, deduce que si bien el dichoso TLC es de naturaleza comercial –y, por ende, su aprobación y ratificación es competencia del Ejecutivo, éste contiene dos disposiciones (los artículos 2.2 y 11.10), que no son plenamente compatibles con los artículos 54 y 70, respectivamente, de nuestra Constitución Política, ambos esencialmente vinculados con materias de soberanía (territorio) y dominio (jurisdicción) del Perú, y que el Poder Legislativo jamás debió cohonestar como lo hizo a través de sus Comisiones de Relaciones Exteriores y de Constitución.

El TC, aplicando su atribución interpretativa, y para evitar el papelón mundial –ya que, conforme al Derecho Internacional, las partes contratantes no pueden “invocar su derecho interno como justificación del incumplimiento de un Tratado”–, se vio en la necesidad de validar los dos artículos del TLC “siempre que se interpreten” de acuerdo con las normas constitucionales señaladas. De yapa, exhortó al Poder Ejecutivo para que utilice con el Parlamento Nacional el mecanismo de “consulta para estudio y opinión” previsto por el Reglamento del Congreso, en el caso de los Tratados Ejecutivos que proyecte celebrar o ratificar (hasta ahora, un saludo a la bandera).

¿Alguien duda que el TC salvó este TLC por la negligencia de los propios Padres de la Patria? ¡Amén!

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